Ayer jugamos por primera vez a este juego de mesa, y la verdad es que fue divertidísimo. Así que hoy os lo recomendamos.
Es una versión de los escape rooms presenciales que se han puesto tan de moda, pero para jugar sentados alrededor de la mesa.
Consiste en una serie de puzzles y acertijos que hay que ir resolviendo poco a poco para poder escapar del lugar en que la historia te haya colocado (en nuestro caso una cabaña abandonada).
Los puzzles son de diferentes niveles de dificultad, según el nivel del propio juego.
Atención: empieza mejor por los niveles bajos o medio, porque los acertijos son endiablados.
Como dice uno de los comentarios en Amazon:
Llevamos 3 horas jugando, 5 adultos y una adolescente, aun seguimos dandole vueltas. Si quieres un dolor de cabeza para el de año nuevo, superior a la mayor resaca de nochevieja, este es tu juego. Enhorabuena al enfermo que lo ha diseñado, mucho animo a su familia.
Nosotros jugamos seis adultos, dos niños de diez años y uno de seis, y todos se vieron implicados y jugaron con entusiasmo. Es muy inmersivo.
La otra recomendación que haríamos es que hay piezas que debes o copiar o fotocopiar para poder volver a jugar. Hay gente que lo recorta y entonces es de un sólo uso, pero no es necesario.
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