Muchos portátiles disponen de dos tarjetas de vídeo:
- Una tarjeta integrada. Menos potente pero que también gasta menos batería. Perfecta para la ofimática y el día a día de navegar por Internet. Está “integrada” en la placa base.
- Una tarjeta dedicada. Más potente, con GPU y RAM propia. Para programas más exigentes gráficamente como los juegos.
En el uso normal, es el sistema operativo el que decide qué tarjeta usar. Aunque suele tender a usar la integrada.
Y, en ocasiones, nos vemos en el problema que un programa, por ejemplo un juego, está usando esa tarjeta en vez de la más potente, la dedicada. El luego (por ejemplo) nos irá mucho más lento y rendirá menos.
Hoy os enseñamos a hacer que Windows 10 ejecute el programa con la tarjeta que queremos.
Cómo hacer que Windows 10 ejecute un programa con la tarjeta dedicada o integrada.
El proceso es muy sencillo, y lo explicamos en el vídeo siguiente. Os lo resumimos aquí:
- Primero tenemos que saber la ruta del ejecutable. Para ello pinchamos con el botón derecho en el acceso directo o icono del programa para ver los detalles.
- También podemos, algo con lo que seguro que acertamos, arrancar el programa, ejecutar el Administrador de Tareas, pinchar con el botón derecho el programa y “Abrir ubicación del archivo“.
- Una vez sabemos la ruta del ejecutable tenemos que abrir la opción “Pantalla” de Windows 10 (buscar ->Pantalla es lo más fácil). E irnos a la parte inferior, donde pone Configuración Avanzada.
- Ahí podemos seleccionar la Aplicación de Escritorio que queremos, buscarla por la ruta anterior y seleccionarla.
- Una vez la tenemos seleccionada nos deja, en Opciones. cambiar la tarjeta con la que se ejecuta ese programa.
Fácil, y así podréis disfrutar de toda la potencia de vuestra tarjeta dedicada.
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